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EQUINOCCIOOTOÑO
NOTA IMPORTANTE: En realidad el plano no lo constituye la órbita terrestre sino la del Sol pero se expone así a efectos divulgativos.

 

Equinoccio, palabra que procede del latín y que significa “noche igual”. El próximo viernes día 23 de septiembre a las 01h04 TU (03h04 horario peninsular español), el Sol pasará por el equinoccio (situado en Virgo) y dará paso al otoño en el hemisferio norte (y  a la primavera en el hemisferio sur). El día tendrá, matemáticamente, la misma duración que la noche, el Sol sale exactamente por el Este y se pone exactamente por el Oeste. Tendremos otoño durante 89 días y 21 horas justo hasta el próximo 21 de diciembre.

Hay que hacer una matización al respecto de la igual duración del día y la noche al indicar en el párrafo anterior “matemáticamente”. Debido al diámetro aparente del Sol, treinta minutos de arco, la luz solar se prolonga como mínimo un minuto en los equinoccios que sería, aproximadamente el tiempo que habría de diferencia entre que sale el limbo solar y el centro del Sol. Por otra parte la refracción atmosférica actuando como una lente, hace posible que la luz se expanda en todas las direcciones cuando el Sol aún no ha salido. Este último efecto supondría unos 3 o 4 minutos de diferencia. En España el día en el que la duración de la noche y el día es la misma es el 26 de septiembre. El otoño es pues la estación donde los días se acortan más rápidamente.

Precisamente el miércoles, el día del equinoccio, los observadores situados en el ecuador terrestre verán el Sol en el punto más alto del cielo, justo encima de sus cabezas, lo que conocemos como el cenit. Los equinoccios ocurren dos veces al año: una entre el 20 y el 21 de marzo y la otra, en otoño, entre el 22 y el 23 de septiembre. En el hemisferio norte, el equinoccio de septiembre supone el paso de la estación veraniega al otoño, mientras que en el hemisferio sur se pasa de invierno a primavera.

 

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Representación gráfica divulgativa de un equinoccio (en realidad la Tierra está inclinada algo más de 23 grados sobre su eje)

Como aparece en la figura (en realidad la Tierra está inclinada respecto a su órbita pero por fines divulgativos la colocamos verticalmente sobre ella), en el equinoccio, se produce la intersección del ecuador celeste y el plano de la eclíptica. En primavera el equinoccio coincide con un punto bastante importante desde el punto de vista astronómico y que se denomina Primer Punto de Aries (¡situado en Piscis!), mientras que en otoño la posición del Sol es el Primer Punto de Libra (¡situado en Virgo!). En éste último caso, el Sol parece pasar de la posición norte al sur del ecuador celeste y, desde el punto de vista de las coordenadas astronómicas, su declinación pasa de ser positiva a negativa. En el punto de Libra, en el equinoccio de otoño, la ascensión recta del Sol es 12 horas y la declinación 0 grados.

 

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Para un observador situado en el ecuador celeste, el Sol describirá una trayectoria vertical desde que amanece por el Este hasta que se pone por el Oeste, alcanzando al mediodía el cenit. Desde los polos, en cambio, el Sol no se levanta sobre el horizonte. Desde cualquier otro lugar la altura a la que culminará el Sol será el resultado de restar 90º a la latitud de lugar.

Por otra parte, en la madrugada del día 30 de octubre tendrá lugar el habitual cambio de hora, modificando la hora de nuestros relojes desde las 3 a las 2.

El otoño nos da para disfrutar también de magníficas constelaciones con objetos astronómicos preciosos que servirán de antesala al espectacular cielo de invierno. ¡Disfruta del Universo!

FRANCISCO RODRÍGUEZ B. – (C) 2022 – WWW.ASTROILUSION.ES

 

 

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