INTRODUCCIÓN BÁSICA A LA ASTROFOTOGRAFÍA

 

Cuando nos iniciamos en la Astronomía una de las primeras ideas que se nos viene a la cabeza es tomar una fotografía del cielo. Inspirados por las imágenes que vemos en revistas, libros o internet nosotros también queremos captar una imagen en la que aparezca la Luna, alguna constelación o la Vía Láctea. Quizá cuando veamos nuestro resultados quedemos algo decepcionados pero da igual, es nuestra primera fotografía, nos dará satisfacción por haberla hecho y nos abrirá el camino a la Astrofotografía sabiendo que debemos ir aprendiendo poco a poco.

En este texto voy a comentaros como podemos hacer nuestra primera fotografía sin telescopio y sin el seguimiento que necesitamos para que las estrellas no salgan movidas en la fotografía.

¿QUÉ MATERIAL NECESITAMOS?

Para realizar fotografías simples del cielo no necesitamos mucho, aunque sí que hay que disponer, necesariamente, de una serie de elementos básicos. Con una cámara reflex , un trípode y un cable disparador, podemos comenzar a hacer nuestros primeros pinitos en Astrofotografía. 

Lo primero que hay que tener en cuenta es que al fotografiar el cielo tendremos que usar tiempos de exposición elevados y/o aumentar la sensibilidad. Hoy día las cámaras digitales réflex ( DLSR ) se adaptan de una manera magnífica a estas exigencias. Tenemos que tener en cuenta que las estrellas no se mantienen “quietas” y giran, como hemos comentado, debido a la rotación terrestre por lo cual no haremos ese seguimiento de la rotación y, si nos pasamos de tiempo de exposición las estrellas aparecerán en la imagen como trazos. Vamos a seguir unas instrucciones básicas para obtener algunas sencillas fotografías del cielo.

Cámara Reflex. Es fundamental que permita el modo manual, es decir que aparezca la “M” en la rueda de la parte derecha de la cámara, y por consiguiente posibilite modificar los tiempos de exposición y la sensibilidad de la toma. Algo fundamental que debemos hacer es quitar la opción de enfoque automático y pasarlo a manual (y también el estabilizador si lo tenemos). Una vez tengamos el enfoque en dicha posición apuntaremos a alguna estrella brillante y trataremos de lograr una imagen lo más puntual posible. En muchas cámaras este punto se obtiene muy cerca de la posición infinito “∞”, y no exactamente ahí, aunque deberemos hacer nuestras comprobaciones hasta conseguir un enfoque adecuado, ese es un buen punto de referencia. Si disponemos de una cámara digital es siempre aconsejable usar el formato de imágen RAW  olvidándonos de cualquier tipo de compresiones como el formato JPG . Aunque no quita que podamos hacerla en éste último tipo de ficheros gráficos para ir probando, el formato RAW nos va a interesar por si queremos hacer un tratamiento digital de las imágenes con programas preparados para ello y suele venir en el menú de la cámara.

Un objetivo luminoso. Cuanto más luminoso sea más estrellas aparecerán en la imagen. Para fotografiar el cielo como queremos hacerlo ahora, no necesitamos teleobjetivos, con un objetivo de 35 mm y una focal de f/3.5 podemos tener suficiente para fotografiar constelaciones. Básicamente recordaremos que cuanto menor sea el diámetro mayor será el campo (la zona del cielo) que abarcaremos y cuanto menor sea la relación focal mayor luz captaremos. Estos conceptos debemos tenerlos claros. Ya si usamos un teleobjetivo pues mejor que mejor pero recordemos que los trazos estelares se verán más claros y marcados con un tiempo de exposición pequeño.

Un trípode que permita estabilizar la cámara y tenga un cabezal que posibilite movimientos suaves de la misma. Ese es el que necesitamos. Hay que prestar atención  a las noches con mucho viento pues esas deberíamos descartarlas para nuestro primer objetivo básico. Cualquier trípode puede servir pero es aconsejable usar un trípode robusto. Hoy en día las cámaras reflex no pesan demasiado pero si algún día decidimos incorporarle teleobjetivos o mecanismos de seguimiento estelar (los conocidos como “ star trackers “) necesitaremos un trípode que aguante bien el peso de todo el conjunto (entre 1.5 y 2 kilogramos mínimo).

Un cable disparador. Es esencial para la práctica de la fotografía astronómica: son baratos y sencillos. Debemos llevarlos siempre encima pues evitará los movimientos y las vibraciones que comunicamos a la cámara cuando se toma la fotografía con la presión del dedo. Algo que no podemos hacer cuando hacemos fotografía astronómica pues ya empezaríamos con la imagen movida de inicio.
 
 
 
LAS PRIMERA FOTOGRAFÍAS
 

Una primera prueba podría ser intentar fotografiar una constelación. Hay que tener en cuenta que cuanto más alejado estemos de la estrella Polar menor tiempo de exposición deberemos aplicar. Supongamos un objetivo de 35mm a f/3.5. Podríamos hacer una fotografía de alguna constelación que se sitúe sobre nuestras cabezas y así, de paso, eliminamos luces parásitas.

 

Podríamos aplicar una sensibilidad ( ISO ) de 1600 con un tiempo de exposición de unos 15 segundos. Si la constelación es atravesada por la Vía Láctea, ésta puede llegar aparecer en la imagen fotográfica (aunque desde la ciudad esta opción no es posible) no obstante se apreciará mejor con tiempos de exposición más prolongados. Con ese tiempo de exposición sugerido captaremos las estrellas puntuales y más débiles de las que observamos a simple vista.

Podemos aplicar  una generalidad: a medida que nos acercamos a las constelaciones adyacentes a la Osa Menor (al Norte) podremos aumentar los tiempos de exposición sin que las estrellas nos aparezcan como trazos debido al efecto de la rotación terrestre; y a medida que nos alejemos (al Sur) disminuiremos los tiempos. Puedes hacer tus propias pruebas pero todas ellas te conducirán a un margen de tiempos limitado para que las estrellas no salgan como trazos. Por todo ello, es importante anotar nuestros resultados. Lo que aparentemente podría resultar tedioso en un principio, luego lo agradeceremos. Eso sí, cuando se fotografía desde la ciudad debemos ser muy cautelosos con los tiempos de exposición pues el cielo nos ofrecerá un horrendo color naranja que aparecerá casi de inmediato. También el uso de altas ISO ofrecerá mayor “grano” en la imagen y más puntos calientes.

Fotografía circumpolar
Fotografía centrada en la estrella Polar. (c) FRB

Una fotografía clásica es situar la cámara centrada en la Polar y dejarla unos 10-15 minutos de exposición a unas 200 ISO de sensibilidad. Pero desde la ciudad la contaminación lumínica no nos permitiría un resultado positivo de dicha imagen por la alta contaminación lumínica, prácticamente nos quedaría toda la fotografía amarilla o blanca, así que aconsejo realizar estas fotografías algún día que tengamos la oportunidad de disponer de cielos oscuros. Podremos ver como las estrellas realizan arcos debido al movimiento de rotación terrestre. También apreciaremos la contaminación lumínica que exista en el lugar (en color naranja) y muchos puntitos “extras” debidos al calentamiento de la cámara. Probemos, no obstante, a hacerlo con un paisaje de fondo, un árbol, una montaña, algún paraje: el resultado nos encantará… Si queremos fotografiar la Luna (especialmente sugerente cuando está creciendo) o algunos planetas tendremos que bajar los tiempos de exposición y la sensibilidad e incluso cerrar un poco el diafragma para evitar reflejos. Podemos ir probando con distintos tiempos de exposición y sensibilidades diferentes, siempre anotando los resultados, de esta forma iremos aprendiendo como usar nuestro instrumental en las distintas condiciones en las que nos encontremos, tanto urbanas como desde cielos alejados de la contaminación lumínica. Fotografías muy clásicas son las de conjunciones de planetas cercanos entre sí. Aquí tenemos un ejemplo de fotografía con Venus, Júpiter y la Luna poco después del amanecer.

El ojo en el cielo
Fotografía de la Luna, Venus y Júpiter. (c) Francisco Rodríguez Bergali
En resumen:
  • Busca un lugar libre de contaminación lumínica.
  • Selecciona, inicialmente, una constelación no muy alejada de la Osa Menor para probar. Puedes probar  con Casiopea en el otoño y el invierno o incluso el Cisne desde verano hasta final de otoño.
  • Ajusta tu cámara a sensibilidades ISO de 800 o 1600. Pon el enfoque manual y anula el estabilizador de la cámara si lo tiene.
  • Abre tu objetivo a la menor focal posible (f/2.8 o f/3.5).
  • Enfoca hacia la constelación elegida y prueba con distintos tiempos de exposición empezando desde los 5 segundos y anota tus conclusiones cuando veas el resultado.
  • Prueba con otras constelaciones del cielo más alejadas de la Osa Menor, ahora tendrás que disminuir los tiempos de exposición.
  • Si tienes dudas, ¡escríbeme! Será un placer ayudarte.

Francisco Rodríguez Bergali (c) 2020 – www.astroilusion.es


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