DIÁMETRO, DISTANCIA FOCAL Y AUMENTO

 

Distancia Focal

Diámetro del Objetivo y Distancia Focal

Los parámetros fundamentales que debemos tener en cuenta de un telescopio  son dos: el diámetro del objetivo (d) y la distancia focal (f), ambos medidos en milímetros. El primero indica el tamaño del objetivo, ya sea una lente o un espejo, y cuanto mayor sea este más luz recogerá nuestro telescopio. La distancia focal es la longitud existente desde el objetivo al punto en el que se forma una imagen nítida de un objeto en sí.

Existe una relación muy importante entre la distancia focal y el diámetro del objetivo. Si dividimos la distancia focal entre el diámetro del objetivo (recordemos en milímetros) obtendremos un número que será la relación de abertura, relación focal o simplemente focal (F).

F = f / d

Así, por ejemplo, supongamos que tenemos un telescopio refractor  cuyo objetivo (en este caso su lente delantera) tenga un diámetro de 70 milímetros y una distancia focal de 700 milímetros tendrá una relación focal de:

F = 700/70 = 10

De la misma forma, tenemos también un telescopio reflector  con un diámetro de su objetivo (en este caso el diámetro del espejo principal) de 200 milímetros y una distancia focal de 1000 mm, realizando los cálculos obtendremos una relación focal de:

F = 1000/200 = 5

Muy bien,  ¿pero qué significan estos números? Pues la relación F nos indica cuánto de luminoso es un telescopio, de manera que, cuanto menor es el número F, más luminoso es. En los ejemplos anteriores el telescopio reflector es más luminoso que el refractor pues el primero tiene una F igual a 5 y el segundo 10. Los telescopios con una relación focal corta, al ser más luminosos, son más apropiados para observar objetos débiles de los comúnmente llamados de Cielo Profundo . En cambio, los telescopios con una relación focal larga dan mejores prestaciones cuando sus observaciones están dirigidas a los planetas o la Luna. Esto no significa que tengamos que tener dos telescopios para realizar según qué observaciones queramos hacer, ni mucho menos, cualquier telescopio nos ofrecerá muchos ratos de diversión y observación fructífera pero, como en todo, siempre hay instrumentos más adecuados para un tema que para otro.

Los oculares, accesorios imprescindible para nuestro telescopio, también tienen una distancia focal (fo) aunque esta es mucho más corta que los tubos de los telescopios. Normalmente podemos encontrar oculares de distancias focales comprendidas entre los 4 y los 40 milímetros.

Aumentos

Y por supuesto nos queda un parámetro que, supuéstamente, caracteriza mucho a un telescopio y que son motivo de reclamo comercial de muchas tiendas no demasiado especializadas en Astronomía: el aumento. El aumento (x) de un telescopio resulta de dividir la distancia focal del tubo del telescopio entre la distancia focal del ocular a la que he hecho referencia en el párrafo anterior.

Por ejemplo, para nuestro telescopio refractor, sabemos que tiene una longitud focal de 700 milímetros y le acoplamos un ocular que nos puede ser útil para todo tipo de observaciones, supongamos de 20 milímetros de distancia focal. ¿Cuántos aumentos tendrá el telescopio con esa configuración? Pues el número de aumentos será:

X = f / fo = 700 / 20 = 35 aumentos

Ahora veamos con ese ocular cuántos aumentos obtendríamos con nuestro telescopio reflector del ejemplo anterior. En ese caso, la distancia focal era de 1000 milímetros luego el número de aumentos que se obtendrán será de:

X = f / fo = 1000 / 20 = 50 aumentos

Es decir, que con el mismo ocular, el telescopio reflector vería ampliado el objeto que estemos observando 50 veces por 35 veces de las del telescopio refractor.

Es obvio por tanto que a menor distancia focal del ocular mayores aumentos obtendremos con nuestro telescopio. Pero, ¿se verá nítida la imagen? ¿Será lo suficientemente estable como para poder captar detalles? Por experiencia personal no  aconsejaría pasar de un número de aumentos que sobrepase 1.5 veces el diámetro del objetivo en milímetros? Existen otras fuentes en las que indican ese factor en 2 o incluso más (el límite sería 2.4), pero tengo mis dudas al respecto. Siguiendo con el caso de los telescopios anteriores, el refractor, con un diámetro de 70 milímetros no debería usarlo con un aumento superior a 1.5 x 70 = 105, y en el caso del reflector de 1.5 x 200 = 300.

La observación con aumentos altos depende mucho de las condiciones atmosféricas que se den y de la calidad del cielo nocturno que estemos observando. Pasarse de aumentos nos conduce a observar una imagen borrosa, poco nítida y oscurecida. Personalmente no sobrepaso de esa cantidad y, cuando observo desde la ciudad, no suelo pasar de tantos aumentos como aumentos tenga el diámetro del objetivo.

Por último, un aspecto importante a tener en cuenta es que cuanto mayor es el aumento, menor será el campo de visión que nos ofrezca nuestro telescopio lo cual, si no tenemos una montura que siga el movimiento terrestre, hará que los objetos que estemos observando se desplacen rápidamente por nuestro campo de visión. En cambio, un pequeño aumento no solo reducirá (pero no evitará) el problema anterior sino que será adecuado para observar objetos extensos como muchos cúmulos abiertos o nebulosas asequibles a nuestro instrumental.

Recordemos:  EL NÚMERO DE AUMENTOS NO IMPLICA CALIDAD DEL TELESCOPIO

Francisco Rodríguez Bergali – (c) www.astroilusion.es – 2021


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