En el cielo de mayo las constelaciones primaverales se alzan con todo su esplendor y comienzan a mostrarnos, por el Este, los cielos que tendremos durante el verano. Durante mayo podemos disfrutar de un número muy amplio de galaxias concentradas, particularmente, en la constelación de Virgo.
Norte

Las guardas de la Osa Menor van gnando altura conforme avanzan los días. La constelación de Casiopea roza el horizonte alcanzando su punto más bajo y Cefeo va ganando altura paulatinamente. Al noroeste, la brillante Capella y la constelacíón de Auriga van perdiendo altura sobre el horizonte comenzado ya su despedida. Por otra parte, al noreste el trapecio de la constelación del Dragón tiene una altura cómoda para su observación. No lejos de ese trapecio que constituye la cabeza del Dragón, aparece brillando Vega, de la constelación de la Lyra, señal inequívoca de que el Verano está llegando.
Oeste

Sirio va rozando el horizonte y la constelación de Auriga ya está baja sobre el horizonte y Géminis también va perdiendo altura, aunque aún podemos ver a Castor y a Pollux altas sobre el horizonte. Más alto aún podemos ver a la constelación de Cáncer donde también brilla el imponente cúmulo abierto de El Pesebre, ya comentado en esta entrada.
Sur

La parte Sur del cielo durante el mes de mayo concentra estrellas y constelaciones débiles. La estrella más brillante es Spica, la principal de la constelación de Virgo. Esta constelación ocupa una importante extensión del cielo y debe recorrerse con tranquilidad. Algo más al Sur de Spica y casi cruzando el meridiano conforme avanza la noche, observaremos un pequeño trapecio formado por estrellas de segunda y tercera magnitud: es la constelación de Corvus, El Cuervo.
Desde el suroeste y hacia el sur aparece la constelación de la Hydra, dominando el cielo con sus estrellas de tercera y cuarta magnitud. Para apreciar su forma necesitamos un lugar oscuro aunque desde la ciudad veremos su estrella más brillante, Alphard, de la segunda magnitud.
Ésta época del año siempre es una oportunidad para recordar la posibilidad de observar el cúmulo globular más brillante del cielo. Se trata del Omega Centauri. Un cúmulo globular de magnitud 3.7 cuya observación es más propicia para los habitantes del hemisferio Sur. Para observarlo necesitamos que nuestra latitud sea lo más baja posible y buscar un lugar oscuro que disponga de un horizonte limpio y plano pues el cúmulo apenas se eleva varios grados sobre el horizonte. Por si alguno quiere adoptar el reto que supone este precioso cúmulo os dejo una pequeña carta de localización.

Este

En el horizonte Este podemos ver a una brillante estrella anaranjada de magnitud 0.1. Se trata de Arturo la estrella más brillante del Boyero (Bootes). La constelación se nos presenta en forma de cometa con Arturo en una de sus puntas. Esta constelación nos servirá de referencia para distinguir una preciosa constelación: la Corona Boreal, con su estrella más brillante Alphecca de magnitud 2.5 Ganando altura por el noreste aparece Hércules una constelación en toda regla con un maravilloso cúmulo globular (M13). Si nos centramos en la Corona Boreal veremos como van apareciendo hacia el horizonte la débil constelación de la Serpiente y la interesante constelación de Ofíuco: ¡estas constelaciones dan un guiño al verano que está por venir!
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