Existe un punto en la Luna cuyo brillo se distingue del resto. Una zona preciosa que puede observarse a simple vista. Recibe el nombre de uno de los astrónomos más grandes de todos los tiempos: Aristarco, un sabio que intuyó los verdaderos movimientos del Sistema Solar.
Como se ha indicado, es la zona más brillante de todo el disco lunar. Un diamante en la oscura tierra del Océano Procellarum. Su capacidad para reflejar la luz que recibe (lo que se conoce como albedo) es muy superior a la del resto de accidentes selenográficos. Es un cráter de impacto jóven (se estima su edad en 450 millones de años) que no se ha visto afectado aún por procesos de erosión que permitan oscurecerlo. Esta poca edad explica la brillantez de éste cráter de unos 42 kilómetros de diámetro con paredes que casi llegan a los 4000 metros de altura. Contiene un pico central de 500 metros de altura. Su brillantez hace que sea conocido como el faro de la Luna. Un astrónomo tan observador como William Herschel creyó que era un volcán con erupciones contínuas.
Puede observarse a simple vista pero el mejor momento para su observacíón es la undécima noche en la edad lunar. Es muy llamativo, hasta tal punto que en las típicas exposiciones de la luz cenicienta aparece destacado. La región de Aristarco parece ser geológicamente activa, de hecho muchos observadores lunares la vigilan con frecuencia por tratarse de una zona donde se observaban oscurecimientos o cambios de brillo, estos controvertidos fenómenos conocidos como TLP, Transient Lunar Phenomenon, (Fenómenos Transitorios Lunares). Aunque siempre existe cierta duda acerca de la observación de estos fenómenos no es menos cierto que la sonda Lunar Prospector detectó grandes cantidades del gas noble radón que podrían ser el origen de dichos cambios, algo que ya hiciese la sonda Apollo XV. Aristarco también tiene una estructura de bandas radiales como los cráteres Tycho y Copérnico, aunque más oscuras. Proceden del material depositado tras el impacto que provocó el cráter. Con un pequeño telescopio de 6 centímetros de diámetro puedo observar 2 bandas, pero con un refractor de 12 centímetros se pueden llegar a ver hasta nueve (sólo las he observado dos veces, normalmente me quedo en siete). Estas bandas fueron dibujadas por primera vez por el gran observador Lord Rosse en la segunda parte del siglo XIX pero curiosamente se les pasó por alto a otros astrónomos de conocido renombre y observadores lunares. Aún se desconoce la razón de ello. ¿Y tú? ¿Puedes distinguir el cráter?
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Excelente y muy completa información!!