Aprovechando que durante este mes el planeta Marte se situará cercano a la Tierra favoreciendo su observación, a lo largo de estos días podemos combinar su observación con el recuerdo de algunos de los momentos más importantes de la historia de la Astronomía en los que el Planeta Rojo ha sido su protagonista.
MARTE GRIEGOEn el siglo IV a.C. el filósofo griego Aristóteles concibió un universo geocéntrico compuesto por esferas situadas sobre un ente material llamado éter que rodeaba todo a partir de la esfera terrestre. Las esferas inmersas en ese éter eran las correspondientes a la Luna, Mercurio, Venus, El Sol, Marte, Júpiter, Saturno y, cerrando, la de las estrellas fijas. Pero si se observa detenidamente el movimiento de Marte., noche tras noche, se comprueba que se desplaza aparentemente por los cielos pero llega un momento el que el planeta parece pararse (se encuentra estacionario) y, a partir de ahí, su desplazamiento lo realiza en sentido contrario al que venía haciendo, realizando un movimiento conocido como retrógrado y después de hacer un bucle sigue en el mismo sentido del movimiento inicial.
Ante ello, Ptolomeo, dos siglos después que Aristóteles, propuso añadir una pequeña esfera en el éter (lo que se conoce como un epiciclo) a la esfera circular que tenía como punto central el centro del Universo (lo que se conoce como deferente). A todo esto, y por si no teníamos suficientes esferas, había que añadir que en un período cercano a los dos años y dos meses (el tiempo que tarda Marte en alcanzar la mínima distancia a la Tierra) el brillo del planeta variaba ostensiblemente. Ptolomeo lo observó y comprendió que lo que variaba realmente era la distancia de Marte con respecto a la Tierra.
El astrónomo griego “corrigió” el sistema añadiendo dos nuevos “lugares” más: uno conocido como ecuante (el punto negro junto a la X) y otro llamado excéntrico (el círculo del que la X es su centro). El Universo de Ptolomeo llegó a contar con más de cincuenta círculos para poder dar explicación a las observaciones. Un auténtico mecanismo de relojería del que, en siglos venideros, Kepler se encargaría de hacerlo trizas.
EL MARTE DE BRAHE Y DE KEPLERLas suposiciones aristotélicas fueron revisadas durante el Renacimiento. De hecho, Nicolás Copérnico (1473-1543) ya había abogado por que era el Sol el centro del Universo y no la Tierra, quien junto con los demás planetas del Sistema Solar, giraban alrededor de él. En la segunda parte del siglo XVI, el astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601) construyó un gran observatorio en la Isla de Hveen. En él incorporaba un gran cuadrante mural con el que marcaba la posición exacta de los planetas y, como no, de Marte noche tras noche y sin descanso (salvo aquellos que se tomaba para sus excéntricas fiestas).
Tycho Brahe fue un gran observador visual, probablemente el mejor de la época pretelescópica. Sus observaciones tenían tanta precisión que Johannes Kepler (1571-1630), su discípulo, pudo desarrollar en base a ellas la verdadera forma de la órbita de Marte. Kepler estudiaba y calculaba pero no conseguía resolver una órbita perfecta para el movimiento de los planetas. Pero Kepler confiaba denodadamente en las observaciones de Brahe y comenzó a pensar si quizás no fuese esa la forma en la que los planetas se movían alrededor del Sol y las observaciones del danés indicaran otra. La tenacidad y la capacidad de trabajo de Kepler junto a las precisas observaciones de su predecesor le condujeron a afirmar su primera ley sobre el movimiento de los planetas en 1609:
“Todos los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor del Sol, estando el Sol en uno de los focos de la elipse.”
Este enunciado constituye todo un alarde de Ciencia y sin el que la Mecánica Celeste en particular y la Astronomía en general pudiera haber avanzado de la forma en que lo hizo. Habíamos descubierto como se movía Marte ahora había que descubrir que aspecto tenía. Pero para eso nos hacían falta telescopios…
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Paco, eres un magnifico divulgador, me encantaría tenerte a mi lado de nuevo, te echo de menos y sé que te tengo conmigo cuando doy mis charlas mensuales.
Un abrazo muy grande.
Muchísimas gracias Plegue. Esperemos que todo esto pase y podamos compartir mejores momentos. Un gran abrazo.