Un 26 de febrero pero de 1786 vino al mundo en Estagel, cerca de Perpiñán, Francia, Jean FranÇois Dominique Arago. Es considerado matemático, físico y astrónomo tocando esas ramas de la Ciencia y destacando en casos concretos sobre todas ellas. En Astronomía lo hizo por sus observaciones para el cálculo del meridiano y, por ende, la medida exacta del metro. Sobresalió durante toda su vida como un gran divulgador astronómico.
Procedente de una familia burguesa y culta estudió en Perpiñán atraído por todo lo militar. De ahí paso a Toulosse donde comenzó a interesarse de manera activa por las matemáticas. En 1804 ocupará el cargo del Bureau de Longitudes en el Observatorio de Paris (ciudad donde aún puede verse en sus calles el reconocimiento por su labor) y dos años más tarde con Jen Baptiste Biot y Pierre Simon Laplace, comenzaron la mediciones del arco de meridiano desde los pirineos españoles hasta Formentera. El espíritu científico y curioso de Arago hizo que prolongara su estancia, en solitario, hasta 1808 en Mallorca viviendo durante meses en la Mola de S´Esclop en la Sierra de Tramontana (las casas de piedras que construyó aún se mantienen como puede verse en la fotografía adjunta). El año fue convulso entre Francia y España y pasó por muchos avatares incluyendo reclusiones, capturas y viajes peligrosos que acabaron llevándole a Argelia hasta que finalmente, un año después, en junio de 1809 pudo arribar de nuevo a Marsella tras pasar bastantes penurias. Como recompensa fue elegido por la comunidad científica francesa como miembro de la Academia de Ciencias Francesa.
Con independencia de sus estudios sobre el arco del meridiano, Arago desarrolló una gran labor en pro de la divulgación astronómica recogida en su obra póstuma “Astronomía Popular” y realizando durante 22 años anuarios astronómicos de gran interés desarrollados desde el puesto que ocupaba en el Bureau de Longitudes de Paris. Por otra parte fue una de las personas que empujaran a Le Verrier a estudiar las anomalías observadas en el planeta Urano como paso previo al descubrimiento de Neptuno. Arago siempre defendió a Le Verrier como descubridor del nuevo planeta.
Arago también dedicó su vida científica a otros aspectos como la relación entre el magnetismo y la electricidad, algo que posteriormente explicaría con suma profundidad Michael Faraday; estudió la naturaleza ondulatoria de la luz creando las bases experimentales para la medición posterior de la velocidad de la luz por parte de Foucault entre otros e incluso estudió la presión de vapor de los gases a diferentes temperaturas.

Siempre destacó por su republicanismo y por su postura férrea defendiendo la escuela pública, la mejora de las condiciones laborales para todos los trabajadores, la generalización del voto universal y se caracterizó por ser un abanderado en la defensa e impulso de la Ciencia y la Tecnología. Precísamente en 1848 fue nombrado miembro del gobierno provisional hasta la entrada de Napoleón (con quién no tenía muy buena relación) y durante dicho período hubo un buen avance en la fotografía, ferrocarriles y comunicaciones por telegrafía. Pero su carrera política duró muy poco y le asfixió. volviéndose a su lugar de siempre, al Observatorio de París, donde acabó sus días en los albores de octubre de 1853 permaneciendo en su Bureau de Longitudes todos sus minuciosos trabajos.
La historia de la Astronomía está repleta de acontecimientos preciosos donde la paciencia y los descubrimientos están directamente relacionados. Te aconsejamos estos libros sobre ella que no te defraudarán y en los que los trabajos de Aragono faltarán entre sus páginas.
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